lunes, 31 de diciembre de 2018

SOLEDAD DE AFECTOS




¿Qué queda de aquella niña de apenas tres años que al oír el timbre de la puerta se sube en una silla y escudriña por la mirilla de la humilde vivienda donde sus padres la dejaban mientras salían a trabajar? Me pregunto...
Son muchas, incontables las preguntas. Encontrar respuestas a una soledad de afectos arrastrada a lo largo de toda una vida ¿es sencillamente un espejismo?
Siempre he creído en los ciclos, en secuencias numéricas que se repiten en todos los ámbitos sean sociales o personales. Ese reencuentro compartimentado de vivencias que se empeñan en reaparecer aunque con distintos escenarios. Esos fantasmas que arrastramos inexorablemente y que perturban nuestra existencia. Sentimientos, emociones en fin, que merman nuestras energías hasta culminar en manifiestas y persistentes dolencias.
Quizás la respuesta esté contenida en una sola palabra: MIEDO. Un miedo que nos paraliza, que intoxica nuestras almas.
Aquella niña, hoy ya mujer, pretende cerrar un ciclo de diez años. Hacerlo de igual modo que lo hiciera entonces, rota por el dolor del abandono. Preparará esas doce uvas, las lavará y pelará cuidadosamente. Sus lágrimas se mezclarán con las burbujas dentro de la copa de cava y no podrá reprimir  hacer preguntas al viento, sin respuestas, con la esperanza puesta en nuevos y soñados horizontes...
 
 
 

sábado, 29 de diciembre de 2018

TODO LO NUESTRO ES PASADO





TODO LO NUESTRO ES PASADO
ESCENARIOS SIN SENTIDO
RECUERDOS YA DESTERRADOS
 
PAISAJES,  RÍOS Y OCÉANOS
AZULES, ROJOS, CASTAÑOS
ARCOIRIS TAN SOÑADOS
 
CONFIDENCIAS, RISAS, LLOROS,
MINUTOS, HORAS Y AÑOS
EN EL OLVIDO ENTERRADOS
 
¡TODO LO NUESTRO ES PASADO!


martes, 25 de diciembre de 2018

HOY ES SIEMPRE TODAVÍA

LÁGRIMAS DE PAPEL
MIS COMPAÑERAS DE VIDA.
SUEÑOS QUE EN UN CORCEL
ALIENTAN LA DESPEDIDA

"No te deseo un año maravilloso donde todo sea bueno. Ése es un pensamiento mágico, infantil, utópico.
Te deseo que te animes a mirarte y que te ames como eres.
Que tengas el suficiente amor propio para pelear muchas batallas y la humildad para saber que hay algunas imposibles de ganar por las que no vale la pena luchar.
Te deseo que puedas aceptar que hay realidades que son inmodificables y que hay otras que si te alejas del lugar de la queja, podrás cambiar. Que no te permitas "los no puedo" y que reconozcas los "no quiero".
Te deseo que escuches tu verdad y que la digas con plena conciencia de que es solo tu verdad, no la del otro. Que te expongas a lo que temes porque es la única manera de vencer el miedo.
Que aprendas a tolerar las "manchas negras" del otro, porque también tienes las tuyas y eso anula la posibilidad de rectificación.
Que no te condenes por equivocarte, no eres todopoderoso.
Que crezcas hasta donde y cuando quieras.
No te deseo que el 2019 te traiga felicidad. Te deseo que logres ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir
Que la felicidad sea el camino, no la meta"

Mirta Medici (psicóloga)



sábado, 8 de diciembre de 2018

EL ANHELADO PERDÓN

 
 
Un coche circula muy despacio, incomprensiblemente despacio…
Avanza cual anciano decrépito por las vastas llanuras castellanas. Ha caído la noche y sus faros alumbran inhóspitos caminos que conducen a la nada…
Hora de tinieblas, de confesiones…   Los dos viajeros  vigilan sigilosamente cada centímetro de la calzada mientras se prestan a divagar en voz alta sus reflexiones.
Vidas complejas las de ambos aunque repletas de experiencias. No hay reproches; quizás volverían a cometer los mismos errores. Lamentablemente su posición en la actualidad dista mucho de ser equitativa. Ella cree gozar de un bienestar económico conseguido a fuerza de tenacidad y valentía. Él se lamenta de haber descuidado el suyo golpeado por circunstancias laborales imprevistas. No obstante, el azar ha permitido que se crucen sus caminos, sin ninguna lógica explicación.
Una frase de ella pronunciada desde la más inocente vehemencia, atruena todavía en el obscuro recuerdo de aquel momento: “estás desprotegido”…
Aquella sentencia, ahora toma un enloquecido sentido, el despropósito de osar  prejuzgar las vidas ajenas desde una falsa y cómoda posición. La cobardía de valorar lo material por encima de los aprecios y el Amor.
 El presente le ha traído la respuesta envuelta entre sus solitarios llantos y ha llegado la hora de solicitar el perdón desde la consciencia de la realidad de su propia y verdadera desprotección. Y un grito callado vuela fundiéndose en el alma de las nubes de blanca pureza:
 ¿ME PERDONAS? ¿SABRÁS PERDONARME AMIGO?”

PRECIOSA POESÍA DE CAMPAÑA SOBRE EL ALZEIMER


SI ALGUNA VEZ OLVIDO QUIEN SOY
 


VEN Y LLÉVAME AL MAR PAR QUE ME FUNDA EN SU AZUL…

DILE A LA LUNA LLENA QUE NECESITO VERLA

Y A LAS ESTRELLAS QUE VELEN PARA QUE NO ME APAGUE…

RECUÉRDAME CADA INTENTO

PARA QUE RECUERDE QUE HE SIDO CAPAZ…

ENSÉÑAME MONTAÑAS, SONRISAS Y NUBES

Y DIME QUE ME ESPERAN…

TARARÉAME BAJITO Y BALANCEA MI CINTURA

PARA QUE LA MÚSICA VUELVA A MIS PULMONES…

SUSÚRRAME UN “TE QUIERO”

PARA QUE MI CORAZÓN RECUERDE QUE ES LATIR…

DIME QUE LOS SUEÑOS SON MÁS REALES QUE LA REALIDAD

Y QUE ME ESPERAS ALLÍ PARA DEMOSTRÁRMELO…

TRAÉME LLUVIAS Y TEMPESTADES

PARA PODER RESGUARDARME EN CASA…

INVENTA FANTASÍAS QUE HAGAN TEMBLAR MI PIEL

ABRE PUERTAS QUE RESUCITEN MI ALMA Y ME DEVUELVAN LA FE…

ÁTAME A TU ABRAZO Y NO ME DEJES ESCAPAR

MÍRAME A LOS OJOS PARA QUE LOS TUYOS GRITEN MI NOMBRE

Y ME RECONOZCA DE NUEVO…

Y… HAZME SABER QUE EL ALBA

NO ES LA ALBORADA SIN MI DISPERTAR…

SI ALGUNA VEZ OLVIDO QUIEN SOY

POR FAVOR , ¡NO LO OLVIDES TÚ!

lunes, 27 de febrero de 2017

ÉRASE UNA VEZ...



"Érase una vez una linda Rosita que adoraba a los animalillos que, según había visto en los dibujos de sus coloridos cuentos,  habitaban en el bosque al lado de la casa de sus abuelitos
 
Aunque en el jardín se había instalado un cercado en el que convivían gallinas, gallos y conejos, la niña sentía admiración y mucha curiosidad por ver personalmente a aquellas ardillitas y perros peludos que hacían felices a las niñas que tenían abuelitas desdentadas como ella y que les arropaban por las noches cuando sus papás se marchaban al cine…
Así que una tarde de primavera en la que lucía un sol radiante y mientras oía los ronquidos de sus abuelos en el sofá del salón, salió decidida hacia el bosque cercano a conocer por fin a esos amiguitos que habitaban por allí.
Iba contenta, cantando y entreteniéndose cogiendo las florecillas silvestres que llenaban de coloridos los campos antes de adentrarse en el bosque poblado de pinos altos altos como gigantes.
"Tralalalalá, al bosque voy a jugar
Tralalalalá, la ardillita voy a encontrar"
Y así, despacito siguió adentrándose por un sendero en el que la altura de los pinos apenas dejaba que penetraran los rayos del sol
La abuela María bostezó sonoramente, mientras buscaba  a la pequeña Rosita que había dejado jugando en la alfombra del salón.
-          Ramón, Ramón! También te has quedado dormido? Has salido al jardín con la niña? No me oyes Ramón? (Este marido mío cada día más sordo!)
Salió al jardín sin dejar de llamar al abuelo y a su nietecita. Ramón, Ramón, Rositaaaaa! Pero por más que insistía ninguno de los dos contestaba.
Por fin apareció el abuelo por la puerta de la casona, ajustándose los tirantes de los pantalones.
-          Qué pasa mujer? Porqué gritas? Acaso crees que estoy sordo? Estaba en el baño. Trae a Rosita que ya es hora de merendar. Veeenga!
-          Pero bueno! claro que es hora de la merienda, pero ¿no está la niña contigo? Llevo un buen rato buscándola y pensaba que estaba contigo. ¿dónde se habrá metido?
-          Rosita!!! Rosita!!! No dejaba de gritar la abuela María, mientras seguía buscando por todo el jardín. Hasta en el ponedero de las gallinas se metió para comprobar que la pequeña no se hubiera escondido allí, como otras veces hiciera para ver si había algún huevo calentito.
A la búsqueda ya desesperada se le unió el abuelo y los dos seguían llamando a Rosita, mientras se dirigían también al bosque cercano.
Rosita se encontraba cansada de tanto mirar y mirar en busca de esas ardillitas y perros y también un poco asustada y con ganas de merendar aquel delicioso bizcocho que por la mañana había ayudado a amasar con sus manecitas menudas a la abuela María. Así que se
sentó al lado de un ramito de margaritas silvestres esperando que aparecieran los deseados animalillos y preguntándose si recordaba el camino para volver a casa antes de que anocheciera.
Los abuelos cada vez más angustiados y casi sin voz de tanto gritar, aligeraban el paso por el bosque llenos de preocupación, mientras Ramón, no dejaba de gruñir porque sus piernas reumáticas no le dejaban ir a la par de su mujer.
-          Esta niña, esta niña… cuando la coja se va a enterar. Si es que la tienes muy mimada María!!! Hasta le dejas hacer el bizcocho contigo!
Así refunfuñando los dos seguían cada vez con el paso más ligero, cuando de repente, pasado un recodo del sendero, ven a Rosita tan tranquila oliendo unas florecillas que tenía en sus manos.
-          Rosita, hija mía! Menudo susto nos has dado chiquilla! No te tenemos dicho que no salgas sola y sin nuestro permiso del jardín!
-          Sí, abuelita pero yo tenía ganas de ver esas ardillitas y perros de los dibujos de los cuentos que el yayo  y el papá me enseñan por las noches. ¿Cuándo los voy a ver?
-          Anda, anda niña, que creo que el abuelo tiene pensado un castigo bien grande para ti para que no te vuelvas a escapar nunca más.
 
La niña ahora sí que estaba asustada de verdad por la regañina de sus abuelos y rompió a llorar mientras se abrazaba a las piernas de su abuela María.
-          Yaya, yaya, te prometo que no lo voy a hacer más, de verdad, de verdad y no se lo digas a mis papás que seguro que ya no me compran más cuentos de animalitos del bosque.
Rosita ya sentada frente a una gran taza de cacao caliente y un enorme trozo de bizcocho, había aprendido que no se podía salir del jardín sin permiso de sus abuelitos porque ellos habían estado muy tristes y preocupados. Total tampoco había tenido suerte y no había podido jugar con ningún animalillo de los cuentos. Se conformaría con verlos en los  dibujos tan bonitos que cada noche la acompañaban antes de soñar con ellos mientras dormía.
Y... colorín colorado este cuento se ha acabado
 
 

miércoles, 21 de diciembre de 2016